EL CIUDADANO DE U.S.A. TIENE QUE SER LIBRE.

25 Marzo 2011.

Ahora tan de moda la puesta en libertad de los pueblos oprimidos de muchas naciones de la tierra, también debe llegar esa ola gigante hasta los propios EE.UU. de Norteamérica. Su pueblo, lejos de quedar prisionero para siempre en las paredes de su sistema degenerado, aberrante, corrosivo y destructivo, debe romper las cadenas que le atan al mismo para ser libre igual que los del resto sobre todo europeos.

El pueblo norteamericano de U.S.A. pasa hambre y a cambio le dan comida malsana y substancias dormideras enajenativas; también pasa estrecheces de cultura humanística puntera y a cambio le dan doctrina visionaria y misionera; los norteamericanos de U.S.A. desean respirar un aire limpio y oxigenado y por contra les dan polución, contaminación y basura nuclear radiológica; el pueblo norteamericano de U.S.A. tiene sed de paz y sosiego y a cambio le dan sangre de guerras cuarteleras sin fundamento y sentido; este pueblo quiere vivir dignamente sin engaño de dirigismo alguno y le dan esclavismo balsámico y opulento; el pueblo norteamericano de U.S.A. quiere ser el dueño orgulloso de su propio destino y le dan un futuro sin horizonte y de exterminio.

Porque el pueblo norteamericano de U.S.A. lleva en su espalda cerca de un millón de civiles muertos y lesionados muy graves que las guerras recientes de U.S.A. ha producido; porque el pueblo norteamericano de U.S.A. soporta un espionaje y vigilancia constantes contra él de los servicios policiales, que él mismo paga con sus impuestos, como si fuera un malhechor sin haber cometido ningún delito; porque el pueblo norteamericano de U.S.A. aguanta que su pais sea el mayor mercado del planeta en el tráfico sexual, el comercio pornográfico infantil, la explotación laboral sin límites y el consumo de drogas libre; porque el pueblo norteamericano de U.S.A. tiene una sociedad dirigente frívola, sin valores ni principios y hedonista que lo exprime y que no merece; porque al pueblo norteamericano de U.S.A. se le tutela puerilmente en vez de respetarle y reconocerle su mayoría de edad, libertad y soberanía; porque al pueblo norteamericano de U.S.A. le violan con desprecio sus derechos humanos más esenciales.

Por todo ello y mucho más, al pueblo norteamericano de U.S.A. hay que ir prestos y ligeros a llevarle la revolución de masas salvadora que está triunfando en todo el mundo no libre, para ayudarle a romper el yugo que lo somete y oprime mediante la dirección de su sublevación interna y su rescate de la situación actual que está padeciendo tan crítica e insostenible por deshumanizadora y aborrecible. Hay que despertar ahora a ese pueblo hermano de acuerdo con la conciencia solidaria de todos, para que no se sienta desheredado, marginado, cercenado y humillado. Hermano ciudadano de U.S.A., como dijo el gran filósofo Ortega y Gasset, tu eres tú y tu circunstancia y sí no la salvas a ella no te salvas tú; deja pues de dormir, levántate y anda porque tu hora ya ha sonado y no tiene ninguna marcha atrás.

Crisoldeltiempo.

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