WINDMILL.

26 Julio 2011.

En el año 1945 ganada la guerra por quienes la diseñaron y provocaron tras el Tratado de Versalles del año 1919, Europa continental queda a merced de sus vencedores nacionalsionistas y bolcheviques. Ambos movimientos mantienen dividido políticamente y ocupado militarmente a todo el conglomerado de naciones destruidas por ella, desde la Francia chauvisnita hasta la Checoeslovaquia teutónica, desde la Escandinavia pragmática hasta la Italia pasional todas son pasadas por la bota nacionalsionista norteamericana y comunista soviética. Nacen la 0.T.A.N. y el Pacto de Varsovia para mantener ocupado por la fuerza todo ese inmenso, viejo y poderoso territorio llamado genéricamente Europa.

Treinta y cinco años después de su fundación cae uno pero actualmente sobrevive la otra en una anacronía vergonzante e insoportable, ya no para imponer una victoria sino para abortar y cortar de raiz toda creación del ejército común europeo y lo que es más nauseabundo y vomitable para servir al dueño que la creo en sus guerras particulares actuales. La O.T.A.N. se ha convertido en la actualidad en una maquinaria instrumental de terror cobarde y asesino de pueblos soberanos, que cubre las deficiencias internas y externas de U.S.A. como pantalla militar multilateral de ejecución y desarrollo de sus ambiciones unilaterales de conquista de los mismos.

Europa no debe ser ni un día más comparsa y cómplice de los crímenes contra la humanidad y de las violaciones execrables del Derecho internacional llevados a efecto por U.S.A. y tiene que negarse por completo a ello ahora que todavía está a tiempo. Los que conocemos la acción dinámica de la cuña en la propia madera no admitimos que para liquidar a la O.T.A.N. el fin justifique los medios y sí alentamos ya la ruptura total de la misma ahora que Europa puede hacerlo.

Crisoldeltiempo.

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